Esta página intenta proporcionar información sobre infarto y lista algunos de sus posibles tratamientos. La información disponible en esta página sobre infarto y su tratamiento ha sido obtenida de múltiples fuentes y puede no ser totalmente precisa. Si crees que padeces infarto o algunos de sus síntomas, te recomendamos que visites a tu médico antes de comenzar ningún tratamiento por tu cuenta.
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El término infarto significa una necrosis isquémica de un órgano, es decir, la muerte del órgano por falta de sangre y después, de oxígeno. Normalmente, el infarto se produce cuando una arteria se obstruye. Los tipos de infartos que pueden producirse son:
- Infarto de corazón o infarto agudo de miocardio.
- Infarto intestinal o infarto intestinal mesentérico.
- Infarto cerebral o accidente vascular encefálico.
- Infarto intestinal o infarto intestinal mesentérico.
- Infarto de riñón o infartación renal.
Infarto agudo de miocardio
Las unidades de cuidados intensivos han reducido las tasas de mortalidad por infarto agudo de miocardio en un 50%, gracias a la desfibrilación inmediata y por la rápida ejecución de las intervenciones. Estas intervenciones incluyen la administración de medicamentos intravenosos y terapias diseñadas para:
- Limitar la extensión del ataque al corazón.
- Salvamento por el peligro del miocardio isquémico.
- Recanalización de la arteria relacionada con el infarto.
La morbilidad y mortalidad por ataque al corazón se reduce significativamente si los pacientes y otras personas reconocen los síntomas de forma temprana, activan el servicio médico de emergencia y por lo tanto, acortan el tiempo de tratamiento.
Como regla general, el tratamiento inicial para el infarto agudo de miocardio está orientado a la restauración de la perfusión tan pronto como sea posible, con tal de salvar la mayor cantidad de miocardio en peligro. Esto puede lograrse a través de medios médicos o mecánicos, tales como el PCI o el CABG.
El tratamiento adicional se basa en lo siguiente:
- Restauración del equilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno para prevenir la isquemia.
- Alivio del dolor.
- Prevención y tratamiento de las complicaciones que puedan surgir.
La atención prehospitalaria específica incluye lo siguiente:
- Acceso por vía intravenosa de oxígeno suplementario y oximetría de pulso.
- La inmediata administración de aspirinas.
- La administración de nitroglicerina para el dolor del pecho por vía sublingual o por pulverización.
- Telemetría y ECG prehospitalario.
El tratamiento hospitalario puede incluir los siguientes procedimientos o medicamentos (algunos de ellos deben administrarse de forma conjunta):
- Profilaxis de úlceras por estrés con sucralfato oral.
- Antipiréticos.
- Reposo absoluto.
- Fármacos sedantes, ansiolíticos e hipnóticos.
- Bloqueantes beta-adrenérgicos.
- Inhibidores de la ECA.
- Terapia trombolítica.
- Terapia de anticoagulación.
- Sulfato de morfina.
- Nitratos.
- Inhibidores convertidores de la enzima angiotensina.
- Beta-bloqueantes.
- Lidocaína.
- AINE.
- Intervención coronaria percutánea.
- Cirugía de bypass coronaria de emergencia.
- Angioplastia.
Infarto cerebral
El infarto cerebral o accidente cerebrovascular tiene lugar en el momento que queda interrumpido el suministro sanguíneo a una parte del cerebro, privando al tejido cerebral de oxígeno y alimento. En cuestión de minutos, las células cerebrales empiezan a morir.
El infarto cerebral es una emergencia médica. El tratamiento oportuno es crucial. La acción temprana puede reducir al mínimo el daño cerebral y complicaciones potenciales.
El tratamiento de emergencia para el accidente cerebrovascular depende de si se trata de un ataque cerebral isquémico por bloqueo de una arteria, que el tipo más común o si se trata de un accidente cerebrovascular hemorrágico, el cuál, implica sangrado dentro del cerebro.
Para tratar un accidente cerebrovascular isquémico, los médicos deben rápidamente restaurar el flujo de sangre a tu cerebro con medicamentos anticoagulantes (trombolíticos), como por ejemplo:
- Aspirina.
- Heparina.
- Inyección intravenosa de un activador de plasminógeno tisular.
Cuando el paciente sufre un infarto en el cerebro, los médicos pueden inyectar medicamentos directamente al cerebro y eliminar los coágulos que hayan en él.
El tratamiento de emergencia de accidente cerebrovascular hemorrágico se centra en controlar la hemorragia y reducir la presión en tu cerebro. La cirugía también se puede utilizar para ayudar a reducir un riesgo futuro. Los procedimientos y medicamentos para el tratamiento del accidente cerebrovascular hemorrágico son:
- Warfarina (Coumadin) o antiagregantes plaquetarios como clopidogrel (Plavix).
- Reposo en cama.
- Clipaje quirúrgico.
- Embolización endovascular.
- Eliminación quirúrgica del AVM.
Infarto de intestino
El infarto intestinal tiene lugar cuando los vasos sanguíneos (arterias) que van a tus intestinos se estrechan o quedan bloqueadas, reduciendo el flujo sanguíneo. El infarto intestinal puede afectar a tu intestino delgado, intestino grueso (colon) o a ambos. La disminución del flujo sanguíneo puede causar dolor y puede dañar permanentemente tu intestino.
La pérdida repentina del flujo de sangre hacia el intestino es una emergencia médica que requiere cirugía inmediata.
El tratamiento para el infarto intestinal incluye:
- Cirugía para restablecer el flujo de sangre y prevenir la progresión. Esta cirugía se llama angioplastia.
- Medicamentos anticoagulantes durante un periodo comprendido entre tres y seis meses.
- Si partes de tu intestino muestran signos de daño, puedes necesitar someterte a cirugía para eliminarlos.
Infarto de riñón
El infarto renal tiene lugar cuando se interrumpe el flujo sanguíneo que va al riñón. A menudo es un signo de enfermedad sistémica. Una vez que se ha realizado el diagnóstico de infarto renal, se debe encontrar cual es la causa de esta enfermedad. El infarto renal puede ser resultado de un coágulo o de una trombosis de la arteria renal. El tratamiento del infarto renal, por lo general, comienza con la anticoagulación. La duración del tratamiento debe ser individualizada de acuerdo a la causa, la cantidad de daño renal y la hipertensión.
El infarto renal se trata con anticoagulantes. El tiempo del tratamiento depende de la causa. A veces, es necesario considerar la trombólisis cuando una gran parte del riñón se ha dañado. La creatinina puede ser necesaria si la presión arterial aumenta y es difícil de controlar.
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