Tratamiento de la bulimia

Tratamiento

Información sobre el tratamiento de enfermedades y estados de salud

Esta página intenta proporcionar información sobre bulimia y lista algunos de sus posibles tratamientos. La información disponible en esta página sobre bulimia y su tratamiento ha sido obtenida de múltiples fuentes y puede no ser totalmente precisa. Si crees que padeces bulimia o algunos de sus síntomas, te recomendamos que visites a tu médico antes de comenzar ningún tratamiento por tu cuenta.

En el siguiente enlace puedes ver más información sobre los síntomas de la bulimia.

Imágen de tratamiento de la bulimia

Las personas con bulimia ingieren grandes cantidades de comida en poco tiempo y después el sentimiento de culpabilidad (por lo que han comido) les embarga y necesitan deshacerse de todo lo que han ingerido previamente. Para ello, quienes padecen bulimia se provocan el vómito o utilizan laxantes, diuréticos, enemas u otros medicamentos. A veces deciden ayunar durante días y realizan ejercicio en exceso. El objetivo de los bulímicos es no absorber o quemar cualquier caloría consumida.

Un tratamiento eficaz para la bulimia aborda los problemas emocionales y mentales subyacentes, cuestiones que a menudo se remontan a la infancia y a la percepción e imagen que tiene la persona de sí misma. El objetivo del tratamiento de la bulimia es romper el patrón alimentario, es decir, el ciclo de atracones y purgas. El tratamiento ayuda a los bulímicos a entender cómo sus propios sentimientos negativos de autoestima influyen en su conducta alimentaria.

Los tratamientos de la bulimia son:

  • Psicoterapia que incluye la terapia cognitiva-conductual y la terapia familiar.
  • Medicamentos como la fluoxetina (Prozac). Este medicamento disminuye el número de episodios de atracones, así como el deseo de vomitar en personas con bulimia de moderada a severa. Los antidepresivos en dosis adecuadas disminuyen los impulsos de atracones.
  • Ingreso en centros residenciales de tratamiento para la bulimia.
  • Hospitalización por bulimia.

Bulimia y anorexia

La distinción entre estos trastornos alimentarios puede ser confuso. Aunque la anorexia y la bulimia pueden tener algunos problemas en común, hay otros factores que las distinguen. La anorexia es más común en adolescentes, mientras que la bulimia es más frecuente en las mujeres a partir de 20 años. Sin embargo, no hay una edad fija para estas enfermedades.

Aunque ambos trastornos se centran en una obsesión por la delgadez, los anoréxicos muestran un notable pérdida de peso, mientras que los bulímicos suelen mantener un peso saludable.

Los tratamientos para estas enfermedades suelen ser la terapia familiar, la terapia cognitiva-conductual y la psicoterapia interpersonal. Los grupos de autoayuda y los centros de tratamiento también son eficaces.

Bulimia nerviosa

Se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida, una sensación de falta de control sobre la ingesta durante los atracones y la práctica regular de una o más de las siguientes acciones para prevenir el aumento de peso: Vómitos autoinducidos, uso de laxantes o diuréticos, dieta estricta, ayuno o ejercicio vigoroso y una persistente preocupación excesiva con el peso.

El objetivo principal en el tratamiento de la bulimia nerviosa es eliminar los atracones y las purgas. Establecer unos hábitos alimenticios saludables y coherentes, es decir, tres comidas al día a la misma hora, fomentar el ejercicio saludable y tratar los problemas psicológicos como la depresión o la ansiedad.

Se ha demostrado que el uso de antidepresivos para el tratamiento de la bulimia nerviosa es útil.

Bulimia infantil

La bulimia en los niños es poco común, pero no imposible. El tratamiento debe seguirse tanto por los padres como por los niños bulímicos. El tratamiento incluye un programa con un enfoque multidisciplinario para la evaluación y para ayudar a formular un plan de tratamiento individualizado y hacer las recomendaciones preliminares que mejor se adapten a las necesidades individuales del niño y de las circunstancias.

En el tratamiento se debe incluir un plan de alimentación especial, cuyo objetivo será que el niño aumente de peso.

En la evaluación médica se estudia la salud del niño mediante la comprobación de su altura, peso, presión arterial, pulso y temperatura y es cuando se determinará la gravedad de las complicaciones médicas existentes. Si el niño empeora, deberá ser hospitalizado para controlar sus signos vitales y evitar cualquier circunstancia que ponga el peligro su vida. Se realizará una consulta de salud mental para descubrir los posibles problemas emocionales. Durante el tratamiento, pueden descubrirse problemas subyacentes como la depresión. Realizar una terapia familiar puede ser una parte importante para conseguir que las tensiones familiares, las relaciones con amigos o las habilidades de comunicación entre el niño y su familia que están perturbando la vida del niño, se disipen.

Se deberá programar una cita con un dietista profesional, con el fin de crear un plan alimentario y que pueda informar tanto a los padres como al niño de la importancia de una buena base alimentaria y de una dieta sana. En la consulta es habitual que tanto los padres como los niños expongan sus dudas respecto a ciertos alimentos. Es importante crear una atmósfera de confianza y tranquilidad al tratar el tema. Esto ayudará a que el niño tenga una buena predisposición hacia los alimentos. Para tratar el problema de la bulimia infantil, es vital que el niño y que los padres tengan una buena educación alimentaria.

Es esencial recordar que si tu hijo tiene bulimia puede sentirse muy aislado y puede tener dificultades para relacionarse con otros niños. Por ese motivo, es importante que toda la familia se someta a terapia para poder afrontar el problema de una forma correcta.

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