Esta página intenta proporcionar información sobre gota y lista algunos de sus posibles tratamientos. La información disponible en esta página sobre gota y su tratamiento ha sido obtenida de múltiples fuentes y puede no ser totalmente precisa. Si crees que padeces gota o algunos de sus síntomas, te recomendamos que visites a tu médico antes de comenzar ningún tratamiento por tu cuenta.
En el siguiente enlace puedes ver más información sobre los síntomas de la gota.
La gota se caracteriza por ataques repentinos y severos de dolor, enrojecimiento y dolor en las articulaciones, a menudo en la base del dedo gordo del pie.
La gota es una forma compleja de la artritis y puede afectar a cualquiera. Los hombres son más propensos a la gota, pero las mujeres aumentan sus probabilidades de padecerla después de la menopausia.
Un ataque agudo de gota te puede despertar por la noche con la sensación de que el dedo gordo está en llamas. La articulación afectada se queda tierna, caliente, hinchada y muy sensible. Cualquier peso sobre ella puede parecer intolerable.
Afortunadamente, la gota es tratable y hay formas de reducir el riesgo de que se repitan ataques de gota.
Los signos y síntomas de la gota son casi siempre agudos, ocurren de repente, a menudo por la noche y sin aviso. Éstos son:
- Intenso dolor en las articulaciones. El dolor es más grave en las primeras 12 a 24 horas del inicio. Una vez el dolor ha disminuido, pueden quedar algunas molestias en las articulaciones que pueden durar desde unos cuantos días a unas semanas.
- Inflamación y enrojecimiento.
Si la gota no recibe el tratamiento adecuado, el dolor puede empeorar y causar daño articular.
La gota se produce cuando se acumulan cristales de ácido úrico en la articulación, causando la inflamación y el dolor intenso característico de un ataque de gota. Los cristales de urato se pueden formar cuando tienes elevados niveles de ácido úrico en la sangre. Tu cuerpo produce ácido úrico cuando descompone las purinas, unas sustancias que se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo, así como en ciertos alimentos, como por ejemplo, los órganos, las anchoas, los arenques, los espárragos y las setas.
Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre y pasa a través de los riñones a la orina. Pero a veces el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones no pueden excretar el ácido úrico. Cuando esto sucede, el ácido úrico puede acumularse, formando afilados, similares a agujas, cristales de urato en los tejidos de las articulaciones causando dolor e inflamación.
El tratamiento de la gota, por lo general, consiste en medicamentos. Los medicamentos para la gota se pueden utilizar para tratar los ataques agudos y prevenir ataques futuros, así como reducir el riesgo de complicaciones de la gota, como el desarrollo de tofos de depósitos de cristales de urato.
Los medicamentos destinado a tratar los ataques de gota actuales y prevenir los futuros son:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Este tipo de medicamentos pueden controlar la inflamación y el dolor en personas con gota. El médico puede recetarte una dosis más alta para detener un ataque agudo, seguido de una dosis diaria más baja para prevenir los futuros ataques. Algunos ejemplos son el ibuprofeno y el naproxeno, así como la indometacina. Estos medicamentos conllevan riesgos de dolor de estómago, sangrado y úlceras.
- La colchicina. Si eres incapaz de tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, el médico puede recomendarte este medicamento, es un tipo de analgésico que reduce eficazmente el dolor de gota.
- Corticosteroides. Los corticosteroides, tales como la prednisona, pueden controlar la inflamación y el dolor de gota. Los corticosteroides pueden ser administrados en forma de pastilla o también pueden inyectarse en la articulación. Los corticosteroides generalmente se reservan para las personas que no pueden tomar ni medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, ni colchicina.
Los medicamentos son la forma más probada y eficaz para tratar los síntomas de gota. Sin embargo, hacer algunos cambios en tu dieta también puede ayudar. Durante un ataque de gota deberías:
- Beber de 2 a 4 litros de líquido diario, la mitad debe ser agua.
- Evitar el alcohol.
- Consumir una cantidad moderada de proteínas, preferentemente de fuentes saludables, tales como productos lácteos bajos en grasas o sin grasa, tofu, huevos y mantequilla de nueces.
- Limitar el consumo diario de carne, pescado y aves de corral a una cantidad entre 113 a 170 gramos.
- Café.
- Alimentos con vitamina C.
- Cerezas, moras, arándanos, uvas moradas y frambuesas.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
- Colchicina.
- Glucocorticoides intraarticulares o sistémicos.
- Interleucina beta inhibición (está en investigación).
Se ha demostrado que ciertos alimentos disminuyen los niveles de ácido úrico, éstos son los siguientes:
Gota aguda
La gota aguda es una artritis inflamatoria intensamente dolorosa que suele implicar una sola articulación, pero puede afectar a múltiples articulaciones. El objetivo de la terapia en un ataque de gota aguda es acabar rápidamente y de forma segura con el dolor y discapacidad.
Los síntomas mejoran rápidamente con la administración de antiinflamatorios. Existen varios fármacos que han sido utilizados para el tratamiento de la gota aguda, estos son los más destacados:
Una vez resuelta la crisis aguda, el paciente entra en el periodo intercrítico (entre los ataques), que puede o no requerir terapia profiláctica para prevenir la gota recurrente y enfermedad tofácea crónica.
Gota crónica
El alopurinol se prescribe para prevenir los ataques de gota crónica, controlar los altos niveles de ácido úrico causados por medicamentos contra el cáncer y el tratamiento de cálculos renales.
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