Esta página intenta proporcionar información sobre epilepsia y lista algunos de sus posibles tratamientos. La información disponible en esta página sobre epilepsia y su tratamiento ha sido obtenida de múltiples fuentes y puede no ser totalmente precisa. Si crees que padeces epilepsia o algunos de sus síntomas, te recomendamos que visites a tu médico antes de comenzar ningún tratamiento por tu cuenta.
La epilepsia es un trastorno provocado por los aumentos repentinos de las señales eléctricas del cerebro, causando convulsiones recurrentes. Los síntomas convulsivos son variables entre pacientes.
Un solo ataque, no significa que tengas epilepsia. Son necesarios al menos dos ataques no provocados para que se diagnostique la epilepsia.
Incluso las convulsiones leves pueden requerir tratamiento, ya que pueden ser peligrosas durante actividades tales como conducir o nadar. El tratamiento de la epilepsia, que generalmente incluye medicamentos y a veces cirugía, por lo general, elimina o reduce la frecuencia y la intensidad de las convulsiones.
Los médicos suelen comenzar el tratamiento de la epilepsia con la medicación. Si eso no funciona, es posible proponer una cirugía u otro tipo de tratamiento.
La mayoría de las personas con epilepsia pueden llegar a librarse de los ataques mediante el uso de un solo medicamento antiepiléptico. Otros medicamentos también pueden disminuir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones.
Encontrar el medicamento adecuado para el tratamiento y su dosis exacta puede ser complejo. El médico probablemente te recetará primero un solo fármaco a una dosis relativamente baja e irá aumentando la dosis gradualmente hasta que los ataques estén bajo control.
Todos los medicamentos anticonvulsivos tienen algunos efectos secundarios. Si los medicamentos antiepilépticos no proporcionan resultados satisfactorios, el médico puede sugerir que te sometas a cirugía u otras terapias.
La dieta cetogénica es también una de las opciones para tratar la epilepsia.
Epilepsia en niños
Muchos niños con epilepsia superan el problema con la edad. Hay un gran número de fármacos disponibles para el tratamiento de la epilepsia en los niños.
No hay un medicamento mejor que otro, sino que a cada paciente le va uno mejor que otro. Los tipos de medicamentos para la epilepsia más comunes para los niños que padecen epilepsia son:
- Tegretol o Carbatrol (carbamazepina).
- Dilantin (fenitoína).
- Depakote (divalproex sódico).
Hay muchos niños que sienten predilección por el Depakote, ya que es un medicamento anticonvulsivo monoterapéutico. Esto significa que el niño sólo tiene que acordarse de tomar una pastilla al día.
A medida que el niño crece, el médico puede ir ajustando la dosis de la medicación.
Cuando medicamentos para la epilepsia no funcionan, debes ser paciente. A veces, los medicamentos tardan semanas en hacer efecto pero si después de probar un tiempo, el medicamento no funciona, debes hablar con el médico de tu hijo para que le cambie la medicación.
Más de la mitad de los niños con epilepsia controlada con medicamentos pueden eventualmente dejar de tomar los medicamentos y vivir una vida libre de crisis.
Algunos niños con epilepsia han sido capaces de reducir sus ataques mediante el mantenimiento de una estricta dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Esta dieta, denominada dieta cetogénica, hace que el cuerpo descomponga las grasas en lugar de los carbohidratos para obtener energía. Algunos niños pueden dejar esta dieta cetogénica pasados unos años y permanecer libres de ataques.
Epilepsia en el embarazo
El principal objetivo del tratamiento en las mujeres embarazadas con epilepsia es el adecuado control de las crisis. Los anticonvulsivos más utilizados son los teratógenos. En algunos casos, la teratogenicidad inducida por anticonvulsivos, puede tener resultados adversos para los hijos de las mujeres embarazadas con epilepsia. La interacción anticonvulsivante con el ácido fólico y el metabolismo de fitomenadiona (vitamina K) puede conducir a un mayor riesgo de defectos del tubo neural y hemorragia neonatal temprana. Los cambios psicológicos, hormonales y farmacocinéticos durante el embarazo pueden aumentar la actividad convulsiva.
El asesoramiento preconcepcional debe ser básico en la educación del paciente para garantizar una comprensión clara de los riesgos de las convulsiones no controladas y la posible teratogenicidad de los anticonvulsivos. Seis meses antes de la concepción, se deben controlar las convulsiones.
Tres meses antes de quedarte embarazada y durante el primer trimestre, debes tomar 5 mg diarios de ácido fólico, para prevenir la deficiencia de ácido fólico, ya que puede dar lugar a malformaciones.
Se debe realizar una monitorización terapéutica mensual. Se debe administrar fenobarbital, fenitoína o carbamazepina, 4 semanas antes de la fecha prevista de parto. El objetivo de este tratamiento es prevenir las convulsiones durante el mismo. La fitomenadiona debe administrarse inmediatamente después del nacimiento al recién nacido. El recién nacido debe ser cuidadosamente evaluado para saber si puede padecer epilepsia y/o dismorfología anticonvulsivante asociada.
Epilepsia refractaria
Los pacientes de epilepsia refractaria sufren convulsiones. Durante un ataque, las células nerviosas del cerebro no se comunican con normalidad y la actividad habitual eléctrica del cerebro se altera. Estos ataques pueden durar de unos segundos a unos minutos.
Aproximadamente un tercio de las personas con epilepsia, desarrollan en algún momento epilepsia refractaria. Esto significa que los medicamentos no funcionan bien o no han llegado a controlar las convulsiones.
Las personas con epilepsia refractaria pueden sufrir los siguientes síntomas:
- Convulsiones, temblores o movimientos descontrolados.
- Pérdida de la conciencia.
- Pérdida del control de la vejiga o del intestino.
- Caídas inexplicables.
- Rigidez muscular.
El objetivo los médicos es encontrar el medicamento adecuado en la dosis exacta. Los medicamentos utilizados en el tratamiento de la epilepsia refractaria son:
- Gabapentina.
- Lamotrigine.
- Levetiracetam.
- Oxcarbazepine.
- Tiagabina.
- Topiramato.
- Zonisamide.
Si los medicamentos no están dando los resultados esperados, existen otros métodos:
- Cirugía.
- Estimulación eléctrica.
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